El verano es sinónimo de descanso, viajes y jornadas más relajadas. Sin embargo, también puede ser un momento ideal para poner al día la contabilidad de la empresa. Cuando la carga de trabajo baja, se abren espacios perfectos para revisar procesos, planificar el futuro y dejar todo listo para el cierre del ejercicio. En este artículo, te damos consejos prácticos para organizar tu contabilidad en verano y llegar a septiembre con todo bajo control.

¿Por qué revisar tu contabilidad en verano?

Aprovechar estos meses para revisar la gestión contable tiene muchas ventajas. Primero, permite detectar errores y corregirlos a tiempo. Segundo, ayuda a organizar mejor la documentación contable. Y tercero, da margen para hacer una planificación más precisa de las obligaciones fiscales que llegarán en la segunda mitad del año.

Planificar en estos meses también facilita la toma de decisiones, ya que se puede hacer con la mente más despejada y sin la presión del día a día. Unos días dedicados a revisar tus libros contables pueden marcar la diferencia al final del ejercicio.

Paso 1: Ordenar la documentación contable

El primer paso es asegurarse de que toda la documentación contable esté organizada. Esto incluye facturas emitidas y recibidas, justificantes bancarios, nóminas, y cualquier otro documento que tenga impacto en la actividad económica de la empresa.

Una buena organización evita problemas en la presentación de declaraciones y reduce el riesgo de errores. Además, evitará sanciones en caso de inspección por parte de la agencia tributaria.

Paso 2: Revisar los asientos contables

Los asientos contables son el reflejo fiel de lo que ocurre en tu negocio. Durante el verano, es buena idea revisarlos para asegurarse de que están correctamente anotados y clasificados según el Plan General Contable.

Corregir a tiempo cualquier descuadre o falta de información es esencial para garantizar una contabilidad clara y ajustada a la normativa vigente en materia fiscal y contable.

Paso 3: Apoyarse en un asesor contable

Contar con un asesor contable es clave en cualquier época del año, pero en verano puede ser especialmente útil. Este profesional te ayudará a detectar posibles errores, a interpretar correctamente la información contable y a cumplir con los plazos del registro mercantil.

El contable es un profesional que va más allá de registrar datos. Su análisis puede aportar una visión estratégica que facilite decisiones empresariales importantes.

Paso 4: Consultar con la gestoría contable

Las gestorías contables y las asesorías fiscales también siguen activas en verano. Aprovecha para programar una reunión y repasar el estado de tus cuentas. Ellos pueden ayudarte a planificar próximas presentaciones de declaraciones y verificar que todo esté en orden en materia de contabilidad.

Además, podrán orientarte sobre cambios en la legislación o novedades en las exigencias de la agencia tributaria.

Paso 5: Prepararse para el cierre contable

Aunque el cierre del ejercicio llegue a final de año, el verano es un buen momento para ir dejando todo preparado. Revisar cuentas pendientes, amortizaciones, provisiones o posibles errores en los asientos contables puede evitar sorpresas desagradables.

Una preparación anticipada también permite estudiar si existen gastos deducibles o mejoras en la gestión financiera de la empresa.

Beneficios de una buena planificación contable

  • Mayor control financiero: sabrás dónde está cada euro.
  • Cumplimiento normativo: te ajustas a la normativa vigente en materia contable y fiscal.
  • Reducción de riesgos: una contabilidad ordenada evitará sanciones.
  • Mejor toma de decisiones: contar con información clara y precisa es clave.

Un verano bien aprovechado para una contabilidad ordenada

Planificar la contabilidad en verano no significa renunciar al descanso. Todo lo contrario: se trata de aprovechar el momento para organizarse, revisar procesos y preparar el terreno para un cierre de ejercicio exitoso.

Contar con la ayuda de una gestoría contable o un buen asesor contable puede marcar una gran diferencia. Recuerda que cada acción que tomes hoy tendrá un impacto positivo en el futuro de tu negocio.

En definitiva, el verano puede ser mucho más que sol y vacaciones. Puede ser el impulso que tu empresa necesita para mejorar su gestión contable y adaptarse con éxito a la realidad de la normativa vigente en materia fiscal y contable.